PERDIDAD DE LA BIODIVERSIDAD
Pérdida de la biodiversidad:
Causas de la pérdida de
biodiversidad
Hoy en día existe un grave problema en el medio natural, y es
que se está produciendo a pasos agigantados la desaparición de los ecosistemas
terrestres y toda la biodiversidad que albergan. Se estima que, de las más de
47.000 especies evaluadas, en torno al 36% se encuentran en peligro de
extinción. Aunque hay que tener en cuenta, que esta desaparición también se
está produciendo a ritmo acelerado en el medio acuático. Esta pérdida
de biodiversidad se debe a diversos factores entre los que
se encuentran principalmente:
·
La sobreexplotación del medio natural.
·
La pérdida de los hábitats de las especies.
·
La contaminación del medio ambiente.
Sobreexplotación del medio natural
Hace
referencia al uso descontrolado de los recursos
naturales que puede ofrecer un determinado ecosistema.
Esto ocurre cuando la tasa de extracción de estos recursos es superior a la tasa
de regeneración natural.
Cuando hablamos de estos recursos que se extraen del medio
podemos referirnos también a individuos que habitan estos ecosistemas, de forma
que el ritmo al que se extraen de ellos es mayor al ritmo con el que se
reproducen, provocando disminuciones en sus efectivos poblacionales. Esto ha
ocurrido en muchas especies que se han visto explotadas tales como ballenas,
venados o peces. Las principales actividades a las que se debe esta
sobreexplotación son la caza,
el comercio ilegal de especies, la pesca, la tala de árboles o la agricultura.
Las consecuencias de la sobreexplotación pueden resultar
evidentes. Si no se controla, la sobreexplotación tendrá como resultado que
muchas especies se encuentren amenazadas, pudiendo llegar a la extinción
de muchas especies.
Pérdida de hábitats
Los hábitats se destruyen cuando los ecosistemas se
modifican para satisfacer las necesidades del ser humano
mediante actividades como la deforestación o el drenaje de humedales, la
transformación de selvas y bosques en campos agrícolas.
La transformación de estos espacios naturales no tiene por qué
producirse integralmente, puesto que puede darse un cambio parcial que tiene
igualmente consecuencias en la estructura, composición o función de los
ecosistemas, afectando por lo tanto a sus especies y los servicios que
obtenemos de ellos.
La transformación de las áreas naturales puede provocar la
fragmentación de los hábitats, es decir, que estos se dividan teniendo efectos
negativos como puede ser el "efecto borde".
Dicho fenómeno se da en las áreas donde dos hábitats naturales diferentes o dos
comunidades estructuralmente diferentes lindantes entran en contacto. Un
ejemplo de ello es lo que ocurriría cuando se construye una vía de
comunicación, como una carretera, a través de un bosque.
Como comentamos antes, la destrucción de
hábitats, íntegra o parcialmente, tiene consecuencias en las
especies, puesto que aquellas cuya movilidad es reducida pueden sufrir amenazas
al reducir su ecosistema y no ser capaces de desplazarse a otro, en la
composición de los ecosistemas, como resultado de las anteriores alteraciones
sobre las especies o a los recursos naturales que extraemos de ellos.
Contaminación del medio ambiente
La contaminación del medio ambiente a
través de diversas sustancias químicas tiene serias repercusiones sobre la
biodiversidad. Estas sustancias pueden afectar al aire, el agua o los suelos y
entre ellas se encuentran los fertilizantes y pesticidas, materiales plásticos
o el vertido de distintos desechos agrícolas y ambientales procedentes de
actividades industriales, ganaderas, agrícolas y urbanas. Además, derivada de
este tipo de actividades, la quema de combustibles fósiles produce ácidos como
el sulfuro y el carbono que precipitan a través de la lluvia ácida, la cual
provoca efectos nocivos en los ecosistemas a niveles reproductivos y
alimenticios.
Sin embargo, las sustancias químicas no son los únicos
contaminantes que afectan a la biodiversidad, pues existen otras fuentes de
contaminación como pueden ser:
Introducción de especies invasoras
Se denominan especies invasoras aquellas que producen cambios en
los ecosistemas a los que acceden, desplazando a las especies que se
encontraban en ellos previamente (especies autóctonas). Estos cambios
ecosistémicos que producen las especies invasoras pueden
interferir en la composición de los ecosistemas, su estructura o en los
procesos entre especies que ocurren en él.
La introducción de estas especies puede ocurrir de forma
voluntaria o involuntaria, y hoy en día ha aumentado de forma significativa. La
peligrosidad de las especies invasoras es que no encuentran competencia por
parte de las especies que se encontraban previamente en el nuevo medio al que
han accedido. En consecuencia, las especies
autóctonas se ven desplazadas, pudiendo llegar a morir y
extinguirse. Además, estas especies procedentes de áreas ajenas pueden resultar
portadoras de enfermedades, llegando a poner en peligro nuestra salud.
Cambio climático
El cambio climático engloba las alteraciones que se están
produciendo en el clima actual de la Tierra sobre los ecosistemas. Es muy
posible que antes de que el siglo finalice, sea el principal responsable de la pérdida
de diversidad biológica.
Está afectando cada vez más gravemente a la capacidad de
supervivencia de muchas especies, que se ven obligadas a adaptarse a las nuevas
condiciones climáticas (desplazándose a nuevas áreas con condiciones climáticas
similares a las de sus hábitats originales, cambiando patrones de
comportamiento o a través de modificaciones genéticas, lo cual supone un
periodo de tiempo que abarca generaciones enteras) o sucumbir ante ellas.
La consecuencia más directa del cambio climático es
un incremento en la cantidad de especies amenazadas,
siendo el ejemplo más claro de ello el de los osos polares que se ven
amenazados ante la fusión de los casquetes polares, y la extinción de muchas de
ellas.
Consecuencias de la pérdida de biodiversidad
La
pérdida de biodiversidad tiene consecuencias muy graves, y es
que esta es fundamental para la supervivencia de la vida en nuestro planeta.
La extinción de especies tiene
serios impactos en los ecosistemas, que pueden perder sus funciones al
eliminarse especies que constituyen los eslabones de las cadenas alimenticias. Esto
significa que con la extinción de algunas especies en concreto se puede
desencadenar la extinción de otras tantas como si de un dominó se tratase,
incluyendo al ser humano. Es por todos conocido el problema que existe con la
extinción de las abejas, sin las cuales una gran de especies vegetales verán
imposibilitada su capacidad de polinización, muchas de ellas conformando
niveles básicos en diversas cadenas tróficas.
Por otro lado, los desequilibrios generados en las cadenas
tróficas pueden provocar desde la aparición de
plagas (cuando los que los depredadores de las especies
que se convierten en plaga se vean eliminados), hasta la destrucción
de áreas vegetales muy extensas debido al efecto de dichas
plagas, con sus respectivas consecuencias que comentaremos un poco más
adelante.
La extinción de especies no tiene solución y, con ello, nuestra
supervivencia se ve amenazada puesto que peligra nuestra
alimentación, nuestra salud o nuestro bienestar, puesto que muchas sustancias
farmacológicas tienen un origen natural, tanto animal como vegetal, siendo
estas últimas más abundantes. Con la destrucción de esta biodiversidad puede
que especies vegetales que se desconocen sean eliminadas impidiendo cualquier
posibilidad de encontrar curas a enfermedades que hoy en día no la tienen.
El suelo, el agua y el aire también dependen de la biodiversidad
del planeta. La vegetación juega un importante papel en el mantenimiento de
todos ellos. Utiliza el CO2, entre otras cosas, para producir su alimento. Con
su eliminación la cantidad de CO2 atmosférico aumentaría, contribuyendo al
cambio climático y al aumento de las temperaturas.
Por otro lado, los suelos que se encuentran bajo los bosques
facilitan que el agua que llega hasta ellos se filtre a los acuíferos
proporcionando una fuente de agua para el consumo humano (recordemos que su
explotación debe realizarse de forma responsable). Con todo ello, los bosques
evitan que el suelo pierda humedad, pero si los bosques desaparecen el
suelo se erosionará perdiendo su fertilidad y
convirtiéndose en zonas áridas.
Por último, pero no menos importante, se encuentra el hecho de
que el hombre disfruta de la biodiversidad, aunque actualmente pueda resultar
difícil de imaginar. Sin embargo, esta biodiversidad puede proporcionarnos la
posibilidad de encontrar el bienestar con nosotros mismos y con el entorno que
nos rodea.
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